Bicicleta a Piñon Fijo
El mundo de la Fixie
De la bicicleta primitiva a la Fixie: el movimiento purista en la calle y en la vida.
Patrick Seabase va en una Fixie. ¿En una qué?
La Fixie es una monomarcha, con piñón fijo y sin freno. Así pues es una bicicleta sin marchas, con una sola transmisión y sin punto muerto, así que el pedal girará siempre que gire la rueda, a cualquier velocidad. Y se frena con los pedales, ejerciendo contrapresión con los pies en los mismos para reducir su velocidad o para bloquear completamente la rueda trasera y para derrapar. Presentan el mismo principio que las bicicletas de pista, que tienen una forma parecida a las bicicletas de carreras para favorecer una postura inclinada. Así que Seabase va en bicicleta, pero por la calle, por eso una Fixie.
El nacimiento de la Fixie
La Fixie es la bicicleta más simple que jamás haya existido. Tiene únicamente lo necesario para moverse y nada más, ningún «cachivache». Casi podría decirse que es la bicicleta primitiva.
En 1818 el alemán Baron von Drais inventó la máquina andante, la «Draisiana». El vehículo recuerda a las actuales bicicletas sin pedales «Like a Bike» para niños de tres años: este aparato de madera con dos ruedas unidas sobre un eje de asiento, en el que hay que sentarse a horcajadas, no tiene pedales. El movimiento se produce al separar los pies del suelo, la dirección la da la rueda delantera.
El nacimiento de la bicicleta original se produjo en 1860, cuando los franceses Pierre Michaux y Pierre Lallement diseñaron por primera vez una bicicleta con pedales. En este modelo sin embargo la rueda delantera tenía un diámetro mucho mayor que la trasera. Inspirado en este modelo surge en 1869 «The Boneshaker», también conocido como «velocípedo», y se caracterizó por ser el primer artefacto en funcionar con una biela con pedales en el eje de la rueda delantera como propulsión. Por primera vez se fabrica una bicicleta de forma industrial.
Pero Eugene Meyer quiere una bicicleta más rápida y lanza el biciclo «Penny Fathing» en 1870. Con él se alcanzan velocidades de hasta 40 km/h gracias a un diámetro de rueda trasera de 1,30 m. James Starley continúa la evolución y produce el modelo «Ariel» con radios de alambre y llantas neumáticas. Pero la alta posición del asiento del biciclo también hace que tenga sus defectos: el riesgo de caída desde una altura considerable. Y es por eso que el siguiente modelo se llamó «Safety Bike», diseñado por Harry John Lawson en 1876.
Esa bicicleta posee una cadena de transmisión y un eje de pedales entre dos ruedas del mismo tamaño, de manera que la posición del asiento es más baja. Esto posibilita un movimiento más rápido y cómodo. El principio básico de la bicicleta con cadena, con esa disposición de las ruedas y con eje de pedales, se ha mantenido hasta la Edad Moderna: Así nace la bicicleta primitiva y, con ella, la Fixie. Actualmente la bicicleta es el medio de transporte preferido y más difundido en el mundo y se la considera el mayor invento técnico de la historia de la humanidad.
Fixie como una actitud vital
«Back to the roots»: de la fascinación por una bicicleta de diseño visual sencillo han surgido en Europa, Japón y América del Norte las más diversas culturas Fixie. Los mensajeros en bicicleta y otros grupos se dan cita en todo el mundo periódicamente (en el mundo analógico y en internet) y convierten todo en un modo de vida la transmisión de la fuerza que se produce durante la interacción entre el usuario y la bicicleta.
Precisamente por su simplicidad (o quizá debería decirse por su monomarcha), el estilo desempeña un papel importante. Así, gracias a la elección de la composición de colores, el sillín, las ruedas, etc., se individualiza la propia Fixie como expresión de la propia personalidad, actitud y convicción. No se trata de no tener pretensiones, sino de reducir al mínimo para conseguir una mayor autenticidad e intensidad. En la bici, en la Fixie y simbólicamente: en la vida.
¡Viva la Fixie!
