No importa si ganan o pierden. Ese no es el objetivo de este formador de ciclistas. Todos sus esfuerzos están dedicados a dar lo mejor de sí, para aquellos que él cree que son aptos para el profesionalismo, un término que él considera no todos tienen.
Muchos tienen talento, pero no disciplina. Otros tantos sus ganas son más fuertes que sus aptitudes y sólo muy pocos pueden combinar las dos cosas, para llegar a lo más alto, para conseguir resultados y lograr mantenerse en la elite.
Luis Fernando Saldarriaga, ha dedicado su vida a crear. A guiar a los jóvenes por el camino del deporte, mostrándoles la dureza de este pero lo importante del trabajo honesto y dedicado para lograr resultados importantes.
Cuando su vida lo llevó a Bogotá, para dirigir la liga de ciclismo de la capital, el destino le tenía preparada una prueba; un carpintero convencido que su hijo sería un gran ciclista, se le acercó y le pidió un chance para el pequeño. Saldarriaga no dudó. Creyó en sus instintos, y le dio la oportunidad que otros le habían quitado a ese niño. Dedicó sus esfuerzos, su trabajo y sus conocimientos para mostrarle a Esteban Chaves como debía correr, qué tenía que mejorar y que debía fortalecer para ser profesional. Le dio las herramientas necesarias y hoy ya sabemos lo que logró con él.
Años más tarde, cuando su vida y su trabajo lo habían llevado a trabajar con la organización “Pedaleamos Colombia” la gran cantera del ciclismo colombiano, Luis Fernando, junto con aquellos que le habían dado vida a ese proyecto, encaminaron sus esfuerzos para enseñarle a los mejores talentos cómo ganar. El resultado al final era importante, pero no lo fundamental. Con tolerancia cero al dopaje, con honestidad y los más fuertes valores dirigidos a la competencia, Saldarriaga encabezó uno de los espacios de formación más productivos para el deporte de las bielas.
Con su conocimiento logró consolidar a Nairo Quintana como el fenómeno del ciclismo que es. Sus números y su manera de pedalear era llamativo, tan sólo faltaba el direccionamiento final para protagonizar el World Tour. Se juntaron y lograron el Tour de l’Avenir –la competencia más importante a nivel mundial en categoría juvenil- en el 2010. Fue el momento de confirmación de lo que tenía Quintana como ciclista. Fue el momento de confirmación para que Saldarriaga siguiera trabajando de esa manera.
Para el 2011, Luis Fernando volvió a repetir la gesta. Esta vez el pupilo era otro. Nairo ya emprendía su rumbo hacia Europa y era el momento para su “creación” ciclística. Esteban Chaves lograría lo mismo que Quintana y conseguiría para ese entonces el tercer Tour de l’Avenir en la historia de Colombia.
Por las filas y la docencia de Saldarriaga pasaron en su momento Jarlinson Pantano, Darwin Atapuma, Nairo Quintana, Esteban Chaves, Sergio Luis Heano, hoy todos en el World Tour. Este paisa de 44 años, eligió el camino largo, el de la formación por encima de los resultados. Dio sus más importantes conceptos para así catapultar una de las más importantes camadas de ciclistas colombianos de la historia.
Hoy su vida está dedicada al Manzana Postobón Team, otro equipo apoyado y soportado por Pedaleamos Colombia. En las 2 últimas Vueltas a Colombia la categoría sub23 ha sido suya. Los resultados de Hernán Aguirre en el 2015 y Aldelmar Reyes en el 2016, son síntomas inequívocos de que la labor de Saldarriaga sigue teniendo efectos.
Los triunfos y las grandes apariciones de los nuestros sobre las bicicletas tendrán su espacio, serán siempre celebrados. Pero habrá que aplaudir y reconocer el trabajo que hacen estos gestores de talentos, que han dedicado su vida a formar campeones de bien. Campeones que entiendan que no todas las maneras de ganar son válidas. Que la honestidad, el trabajo y la disciplina son valores determinantes para llegar a la cima, eso que les hace entender e interiorizar Luis Fernando Saldarriaga a todos aquellos que pasan por su docencia.