F1
Las 5 mejores aficiones de la F1
Exponemos brevemente cuáles son las aficiones que dan color y calor a la competición.
¿Qué sería de la F1 sin los aficionados? Nada. Si queréis conocer algunas cosas de las mejores aficiones del planeta, seguid leyendo.
Australia - Circuito de Albert Park, Melbourne
Afición a la F1 sana en Australia
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Afición dedicada a sus pilotos en Australia
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En Australia, los aficionados son respetuosos
© Robert Cianflone / Red Bull Content Pool
Pedro de la Rosa ya dijo en su día que la afición australiana es muy sana, llegando a afirmar que no le importaría vivir allí, ya que tienen una pasión genuina por el deporte, el que sea, y que alientan a que la gente lo practique y lo aprecie.
Nuestro héroe local, Daniel Ricciardo, aunque es de Perth (y en un mapa, palmo más, palmo menos, da igual) asegura que los fans son lo más impresionante del GP de Australia. No solo animan sin descanso, sino que son de los más madrugadores y siempre apoyan a más de un piloto, aunque vayan ataviados con unos colores específicos.
A destacar es la comunidad italiana, que pocas ocasiones tiene de celebrar su proveniencia en el deporte australiano. No es raro ver algunos grupos con ruidosos espectadores vestidos de rojo. Pero el respeto y la cordialidad son rasgos básicos australianos.
Italia - Autódromo Nacional de Monza
Italia: un mundo diferente
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¡En Italia aprecian a Carlos Sainz!
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La invasión de la pista, quintaesencia transalpina
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Son los más apasionados, la afición más veterana de la F1, ya que son, prácticamente, los únicos que siempre han tenido un Gran Premio que celebrar, desde el inicio del Mundial, en 1950, junto con los ingleses.
El ambiente no solo se centra en el circuito, sino también en el Parco di Monza, el parque situado al este del trazado, en su mayor parte. Es ambiente mediterráneo, de estar fuera y de no ser hermético con la gente de fuera. Si llevas indumentaria que no sea roja, rara vez te lo echarán en cara -aunque a veces abucheen a los rivales, el que esté libre de culpa…- y seas de donde seas, te dirán que los pilotos de tu país son ‘bravissimi’. Siempre habrá excepciones, repetimos, pero la impresión que prevalece en aficionados de todo el mundo es esa.
A ratos pueden ser muy bestias, que conste. En 1998, una vez acabado el GP, Alex Wurz tuvo que aparcar su Benetton en la zona de la primera chicane, y tras la invasión de la pista, poco quedó de la carrocería del auto…
Brasil - Autódromo José Carlos Pace, Interlagos
Bonita pancarta de la Torçida, en Interlagos
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Senna, en el corazón de los brasileños
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Los espectadores, cerca de la pista en Brasil
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Son la ‘Torçida’, los tifosi del sur. Los más veteranos o los que tengan curiosidad por la historia de la F1, recordarán Grandes Premios de Brasil en los que hacía tanto calor que la organización rociaba con mangueras las gradas para paliar el sofoco de los miles de espectadores agolpados, en los años 70, operación que se ha repetido intermitentemente, con el paso de los años.
Como es de esperar, los brasileños son muy suyos y de sus pilotos. Desde Emerson Fittipaldi a Felipe Massa, pasando por José Carlos Pace, Nelson Piquet (más en Jacarepaguá que en Interlagos, que Piquet es de la zona de Rio y se llevan un poco a matar con los de Sao Paulo) Ayrton Senna o Rubens Barrichello, estos pilotos son sus héroes y a ellos entregan todo su apoyo.
En cuanto al resto de pilotos, los aficionados son como en cualquier lado, aunque en algunos momentos, alguna que otra gloria carrerosa -además de Piquet- ha recibido abucheos.
Japón - Circuito de Suzuka
Latas andantes de cierta bebida molona
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Los japonenes son aficionados únicos
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Daniel Ricciardo, en Japón
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En música, se dice que cualquier grupo musical con pretensiones -o sin ellas, tampoco nos pondremos exigentes-, tiene un fan en Japón. Y con las carreras, y en especial con la F1, pasa igual.
Los nipones son disciplinados, ordenados, mansos, coherentes, pacientes, sufridos… y un poco frikis. Su creatividad para mostrar su apoyo a los equipos que siguen es, a veces, surreal, pero muy divertida.
Nunca han tenido un número exorbitante de pilotos en la categoría, pero acuden a los circuitos, haga sol, nieve o caigan chuzos de punta. Y eso es un ejemplo para los demás.
España - Circuit de Barcelona-Catalunya
Montmeló, lleno hasta la bandera en 2007
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Los fans conocen a sus ídolos en Barcelona
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La zona de socios de Montmeló, a petar en 2007
© Charles Coates / LAT Photographic / Williams F1
Quizá no tengamos una tradición formulaunera como las de otros países, porque siempre hemos sido más de motos (acordaos de que tenemos 4 Grandes Premios de MotoGP y 2 de Superbikes), incontables ganadores de carreras de todo los tipos y de todas las categorías posibles, habidas y por haber, y campeones por un tubo.
Pero tampoco nos engañemos. Los que son fans de la F1 en España, o de otras disciplinas de cuatro ruedas, lo han sido siempre y devoran todo tipo de información, en cualquier formato, en cualquier momento, y a ratos solo saben qué tiempo hace fuera cuando van a las carreras.
Nuestros estandartes son Fernando Alonso, el hombre que ha marcado un antes y un después en la F1 en España… y Carlos Sainz. Como comentamos en este escrito, este año, en el Gran Premio de España habrá una grada repleta con un millar de seguidores de Carlos Sainz, una marea de color azul marino que animará a nuestro otro gran piloto.
Aunque, los que hayáis ido al Circuit de Barcelona-Catalunya (o a Jerez o a Valencia, en su día) ya sabéis que hay alonsistas, sainzistas, vettelistas, massistas, raikkonistas, schumacheristas, y algún que otro minardista.
