Una ilustración de casetes con álbumes clásicos de Sex Pistols, John Lennon, Pink Floyd y demás.
© John Smisson
Music

Estos formatos para grabar música cambiaron los hábitos de escucha

El streaming y las descargas han dominado la manera de consumir música desde el principio del siglo XXI pero, ¿cómo se escuchaba música antes? Aquí tienes una breve historia.
Por Sammy Lee
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Los formatos para grabar música (la manera en la que los aficionados escuchan sus álbumes y canciones favoritas) han cambiado mucho desde el comienzo del siglo XX cuando Thomas Edison inventó el fonógrafo de cera. Se ha avanzado una barbaridad desde los discos de 78 rpm. Sigue leyendo para descubrir esta rápida historia de los diferentes formatos para grabar música.

Fonógrafo

El primer formato para grabar música fue el fonógrafo cilíndrico de cera inventado por Thomas Edison en 1877. Para escucharlo había que ponerlo en la máquina y luego cargar ésta dándole a la manivela. En los años 20 los discos se estandarizaron a 78 rpm (revoluciones por minuto).
Thomas Edison, el gran inventor americano, baila en esta ilustración mientras escucha un fonógrafo.

Thomas Edison baila al son de un fonógrafo

© John Smisson

Vinilo

Hubo varios intentos de hacer cintas de carrete a carrete y el Tefifon (la “cinta” de vinilo alojada en un cartucho). A finales de los años 40 el consumo de música aumentó de forma exponencial con los vinilos. Columbia Records desarrolló el disco de 12 pulgadas a 33 ⅓ rpm capaz de grabar hasta 22 minutos de sonido por cada lado. Sus rivales, RCA Records, decidieron desarrollar el disco de siete pulgadas a 45 rpm. Ambos se hicieron muy populares y dominaron el mundo de la música hasta los años 80.

Cinta casete

En 1963 la llegada de la cinta casete permitió a los oyentes hacer sus propias grabaciones. Además hubo una explosión en la música pirata, que la industria intentó parar con la icónica campaña: “Home Taping Is Killing Music”. En los años 60 y 70 las cintas tuvieron la competencia de los cartuchos de ocho pistas que por un tiempo fueron el estándar en muchos coches. La música grabada se iba a convertir en algo portable gracias al Sony Walkman.
Álbumes de vinilo.

Ilustración de un álbum de vinilo encima de muchos otros discos

© John Smisson

CD

Nada pudo con la supremacía de los discos de vinilo hasta la llegada del disco compacto. El disco óptico digital, con un diámetro de 12 cm, apareció por primera ven en 1982 de la mano de Sony y Philips, quienes decidieron aunar sus esfuerzos. El primer CD que vendió un millón de copias fue “Brother In Arms” de Dire Straits en 1986. El formato empezó a convertir al vinilo en obsoleto (aunque hablaremos de ello más adelante). Sony también desarrolló el MiniDisc a finales de los 90, pero algo más grande estaba por llegar…

MP3

En 1982 un estudiante alemán de ingeniería eléctrica se retó a sí mismo para transmitir música a través de las líneas telefónicas digitales. A principios de los años 90 había desarrollado un sistema de compresión de archivos de audio conocido como MP3. Más adelante aparecieron sitios como Napster en los que compartir archivos. La piratería musical volvió a tomar fuerza y amenazaba con acabar con la industria musical. En 2001 salió el iPod de Apple que dio legitimidad al MP3 y a las descargas digitales, que en 2011 superaron a las ventas físicas
Esta gráfica muestra el aumento del consumo de música online y la caída de los formatos físicos.

Ilustración del consumo de música digital

© John Smisson

Streaming

Incluso el dominio de las descargas digitales no iba a durar. Las app de radio por internet como Pandora y Last.fm comenzaron a popularizar la idea del streaming. Cuando el iPhone salió en 2007 el consumo de música aumentó de forma exponencial. Los servicios de streaming como Tidal, Spotify y Apple Music hicieron posible que los aficionados pudiesen oír casi cualquier canción sin tener que tenerla guardada. Lo increíble de todo esto es que las ventas de vinilos están en la actualidad en su punto álgido desde 1991. El CD no fue capaz de acabar con el romántico vinilo.