Los cascos y las ruedas vuelven para mezclarse con los colores de Valparaíso. Un evento que ya es parte de la historia del Puerto y que corona al rey del downhill urbano. Las interminables escaleras, las cerradas curvas y las sorpresas que siempre depara Valparaíso hacen de esta competición el descenso urbano más extremo de Latinoamérica.