Una de las máximas dificultades que surge tras llegar a la cima en todo ámbito de la vida es ser capaz de reinventarse en el éxito, cualidad que Red Bull ha plasmado de forma magnífica al completar su mejor temporada hasta la fecha en la Fórmula 1.
Red Bull ha hecho ver todo muy fácil, pero lo cierto es que detrás de los resultados -títulos de pilotos y constructores- existe un trabajo de joyería que bien vale la pena destacar.
Entendimiento del nuevo reglamento
La gran preocupación que tenían todos los equipos en la antesala al inicio de la temporada 2022 era ver cuánto tiempo les tomaba adaptarse a las características del nuevo reglamento técnico, que a partir de sus restricciones y puesta en marcha del efecto suelo suponía enormes desafíos para los protagonistas.
Red Bull desde un inicio se mostró competitivo, y si bien Ferrari ganó 2 de las 3 primeras fechas, las bondades del chasis RB18 diseñado por Adrian Newey hicieron que el equipo austriaco contara con las mejores armas en todo tipo de circuitos y condiciones climáticas.
Capacidad de reacción
A esta altura parece como algo lejano, pero cabe mencionar que Red Bull partió el campeonato con ciertos problemas de confiabilidad que dejaron a Verstappen luego de las 3 primeras pruebas situado en un distante sexto puesto a nada menos que 46 puntos del hasta entonces líder Leclerc.
En circunstancias como esa se aprecia la fortaleza de un equipo, y fue ahí cuando Red Bull, en lugar de caer presa de los nervios, hizo valer su experiencia para mantener la calma y trabajar sobre su coche hasta transformarlo en una nave robusta prácticamente irrompible que a corto andar se consolidó como la máquina más fuerte del mundial como lo confirmó su racha de 11 victorias en las últimas 12 fechas del campeonato.
Por largos pasajes del año Red Bull y Ferrari rindieron a niveles muy similares, pero lo que marcó la diferencia en favor de los austriacos fue su mejor nivel estratégico y por sobre todas las cosas la genialidad conductiva de Verstappen, quien a lo largo de 2022 mostró una superioridad abismante sobre su rivales, no solo en cuanto a velocidad, sino que también en términos de consistencia, instinto ganador y visión de carrera, tres virtudes que hoy por hoy lo sitúan claramente como el referente de la Fórmula 1.
Trabajo de equipo
Más allá de las controversias que generó la desobediencia de Verstappen a las órdenes de Red Bull de ceder un puesto a ‘Checo´ Pérez en la penúltima fecha de Brasil, lo cierto es que la escudería campeona del mundo trabajó como un relojito suizo a lo largo de todo 2022 exhibiendo una solidez estratégica y habilidad en toma de decisiones que sin duda los posicionó varios peldaños por delante de sus oponentes, partiendo por Ferrari.
Cuna de campeones
Los títulos de pilotos y constructores alcanzados por Red Bull en 2022 grafican el inmejorable momento del equipo austriaco, pero en momentos como este vale la pena colocar las cosas en perspectiva para alabar todo el trabajo desarrollado por la escudería de la bebida energética a lo la hora de impulsar el crecimiento de jóvenes valores, una ruta que hoy en día tiene a Max Verstappen como máximo exponente, pero que en el pasado también dio grandes réditos a partir de los años de brillantez de Sebastian Vettel y del mismo Daniel Ricciardo, dos pilotos que también cosecharon grandes éxitos durante sus años en el escuadrón del ‘Toro Rojo’, la empresa automovilística que más se la ha jugado por la ‘savia nueva’ del deporte motor, un hito que merece el aplauso y reconocimiento de todos.