El 20 de mayo de 1990 pasaría a la historia como una fecha relevante para el rock y pop nacional, que con los años rendiría culto a un álbum por muchos considerado una aventura personal de Jorge González, que grabó en solitario las 9 canciones del disco en California, junto a los productores Gustavo Santaolalla y Aníbal Kerpel.
Letras basadas en la emoción, producción aventajada para la época y un cambio de mirada en relación a los trabajos anteriores de la banda, harían envejecer muy bien al exitoso "Corazones", hoy considerado un clásico del cancionero pop chileno. Más abajo músicos y periodistas nos cuentan sus impresiones sobre el álbum.
Fakuta, artista: Corazones es una biblia, una ley
Creo que para mí y una generación de músicos que decidimos rescatar los sonidos más electrónicos para hacer pop en Chile, el disco "Corazones" es una biblia, una ley, un instructivo, algo así. Es imprescindible. Y más allá de lo técnico está la magia que reside en las canciones, que podrían ser gigantes en cualquier formato. Canciones que gritan emociones, porque Jorge González siempre te lo grita en la cara y eso creo que nadie más lo hace tan bien, lo de las letras dramáticas, desgarradas, absolutamente verdaderas.
En realidad también es un disco con el que uno ha crecido y le ha podido dar varias lecturas en diferentes épocas de la vida. Cuando niños estaba lo musical, que te atraía sin entender tanto el contexto y cuando adultos, ya comienzas a entender la emocionalidad de las letras, la profundidad que alcanzan.
Desde hace varios años me asombra la fuerza con la que crece "Corazones rojos", por ejemplo, por ser una descripción del machismo intrínseco de la sociedad chilena, una canción que apareció en el año 90 y que es un himno hasta hoy, cada día más latente. Y con todo lo que la hemos escuchado, parece ser que aún la tenemos que escuchar muchísimas veces más para despertar. Me sorprende y admiro infinitamente la claridad de Jorge González para comunicar estas ideas, estas vivencias de muchas personas que son íntimas a la vez.
Rodrigo Alarcón, periodista Radio U. de Chile: Corazones es una tradición de canción en español
Siempre es injusto hablar de un disco en un par de párrafos y más todavía con uno como "Corazones". Se pueden apuntar tantas cosas, pero esta vez voy a elegir el melodrama que late en (casi) todas sus canciones. Me gusta pensar en "Corazones" como parte de una tradición de canción en español, que a la vez es profundamente latina. Supongo que esto explica, en parte, su vigencia y popularidad.
Me gusta repetir palabras que cruzan el disco: latidos, calor, piel, suicidio, sábana, tormentas, sabores. También corazones, claro. Me gusta imaginar que “me he perdido en las tormentas / transpirando amor sobre tu pecho” es un verso que podría estar en un bolero. Incluso me gusta que termine con la exageración de “Es demasiado triste”. Cuando escucho "Corazones", me acuerdo de que a Jorge González le gusta Adamo, Raphael, Camilo Sesto y toda esa carga melodramática me parece más interesante que el pop bailable que la sostiene.
No me decido por una favorita, pero en un podio personal pongo “Con suavidad”, “Cuéntame una historia original” (¡gran título!) y “Por amarte”. A la que más vuelvo, sin embargo, es “Estrechez de corazón”, que escucho y canto todas las semanas, adaptada en el estadio. ¿Qué mejor prueba de popularidad?
Raúl Álvarez, periodista en Culto: Corazones deja a Jorge González en las ligas mayores
Lo relevante de este disco es que Jorge González al fin se gradúa de cantante y compositor en las ligas mayores. Aunque originalmente la idea del disco era seguir tocando la tecla de lo que fue la edición sudamericana de "La cultura de la basura" de 1988 -se alcanzó a grabar "Las sierras eléctricas" para ese futuro proyecto-, el quiebre de la banda precipitó a González a "improvisar" con canciones que en su mayoría nunca fueron pensadas para Los Prisioneros.
Suena repetitivo, pero al final, el disco salió bajo el rótulo de la banda por contrato con el sello. Sabido es el alejamiento de Claudio Narea y el no viaje de Miguel Tapia a Los Ángeles para registrar las baterías del disco. Todo lo que suena en "Corazones" fue hecho por tres personas: Jorge, Gustavo Santaolalla y Anibal Kerpel.
Aunque el sonido fue resistido por los fanáticos más duros que añoraban la imagen de aquel "trío de San Miguel" y los críticos de la época, en retrospectiva nos podemos encontrar con datos muy reveladores: las canciones de Los Prisioneros que se conocen en México son solo de este disco, es el álbum más vendido en la historia de la banda y su sonoridad acompañó el crecimiento de toda esa camada de músicos que se tomó la escena a mediados de los 2000s. Desde nombres más lógicos como Javiera Mena o Alex Anwandter a otros que, si bien no aparecieron bajo el alero del electro pop, reconocen sus influencias como el caso de Cristóbal Briceño de Ases Falsos o Saturno, el ex Tiro de Gracia (llegaron a grabar una canción juntos a mediado de los 2000's).
Elegir un tema favorito del disco resulta difícil, las nueva canciones no tienen puntos bajos, pero si me apuras diría que "Amiga mía" sintetiza mayormente el sentimiento del álbum y funciona como una postal de la época en que González alcanzó uno de sus peak creativos.
Arturo Figueroa, periodista y músico en Las Naves: Corazones es un disco atemporal
El otro día estaba escuchando en la radio un tema del disco "Corazones" y se me vino un pensamiento a la cabeza: lo poco ligado a su época que es el disco. Eso no es bueno ni malo en sí mismo, pero es una característica. Me imagino que esa atemporalidad tiene que ver un poco con la nueva vigencia que ha adquirido, pero igual es raro que un disco editado en 1990, hoy a uno le cueste tanto ligarlo a 1990 y a todo lo que pasaba en Chile, que en ese momento eran cosas tremendamente importantes y paradigmáticas. Sobre todo un grupo como Los Prisioneros, que sí había dado cuenta de su contexto social o político, entendiendo la política como algo más amplio, de construcción de sociedad.
A nosotros como Las Naves, nos pasa que como nuestro formato musical incluye programaciones y sintetizadores, nos asocian como al techno pop y a discos como "Corazones" o a músicos como New Order, aunque en ningún caso son la principal influencia. Nos ha influenciado más otro tipo de rock, más con guitarras eléctricas y acústicas. Elliott Smith, por muy poco que se note en lo que hacemos, es una influencia mucho más importante. En lo personal, si lo llevamos a lo chileno, creo que Álvaro Henríquez o Antonio Smith de Congregación. Para mí ha sido mucho más relevante "La voz de los 80", en términos de la creación de Los Prisioneros.
Entiendo la influencia importante que ha tenido "Corazones" en el desarrollo del nuevo pop local, en su época lo valoraba mucho, me gustaban incluso canciones que hoy día no valoraría nada, como "Noche en la ciudad". Hay algunas que han sido tan tocadas que uno les ha perdido el valor. La que más me gusta hoy es "Es demasiado triste", se sale un poco de la línea del disco, pero es una canción emocionalmente muy potente. No solo por la letra, sino que por cómo está musicalizada, me agrada mucho, creo que es muy contemporánea, pero en un sentido muy distinto al que uno podría asociar el global del álbum. "Con suavidad", creo que es la mejor canción del disco, y creo que es la más representativa también. "Tren al sur" me parece también que es una canción increíble.