Con duras batallas en la pista e intrigas entre bastidores, la Fórmula Uno ha albergado rivalidades épicas a lo largo de los años. Si los aficionados tienen suerte, a veces estos conflictos pueden reducirse a una sola carrera, o a veces incluso a una sola curva.
Aquí tenéis siete carreras de F1 en las que se saldaron cuentas y se convirtieron en leyendas.
James Hunt vs. Nikki Lauda en Fuji Speedway, Japón, 1976
Esta es la cúspide de la era más peligrosa y glamurosa de las carreras. El clásico choque está documentado en la película Rush, que lo retrata como una lucha entre el extravagante playboy James Hunt contra el técnico y testarudo Nikki Lauda (estereotipos que, según Lauda, son bastante exactos).
Lauda se había quejado al principio de la temporada de la inclusión del tristemente célebre y estrecho circuito de Nurburgring. Durante la carrera, Lauda se deslizó bajo la lluvia y quedó atrapado en su coche en llamas durante casi un minuto.
Sorprendentemente, a pesar de sufrir graves quemaduras en el cuerpo y la cara, Lauda solo faltó a dos carreras, y a su regreso, incluso consiguió ampliar su ventaja sobre Hunt. Pero Hunt se negó a rendirse, anotando suficientes victorias como para mantenerse en la contienda, y el escenario estaba listo para un enfrentamiento final en un Fuji Speedway azotado por una gran tormenta.
Después de dos vueltas, Lauda sintió que las condiciones eran demasiado peligrosas y se retiró voluntariamente de la carrera. Hunt, sin embargo, necesitaba terminar tercero para ganar el título. Y solo para aumentar la tensión, la grave degradación de los neumáticos forzó una parada en boxes que dejó a Hunt en quinta posición a solo dos vueltas del final. Pero en una de las finales más dramáticas de la carrera, Hunt luchó furiosamente para recuperar el tercer puesto, superando a Lauda hasta el primer puesto en el último segundo.
Nigel Mansell vs. Nelson Piquet en el circuito urbano de Adelaida, Australia, 1986.
Nigel Mansell era un rey del drama que rivalizaba con Bette Davis. Por ejemplo, la llegada de Alain Prost a Ferrari en 1990 le dio a Mansell un grave caso de síndrome de niño tirano, lo que provocó rabietas, berrinches y un una peligrosa maniobra en Estoril que casi saca a ambos pilotos del campeonato.
Pero esta fue un juego de niños comparado con el anterior conflicto de Mansell con Nelson Piquet, quien se unió a Mansell en Williams en 1986. Piquet, que describió a Nigel como "un tonto sin educación", se esperaba que eclipsara la actuación de Mansell. Pero durante la temporada, Mansell, ante todo pronóstico, ganó cinco carreras contra cuatro de Piquet.
El campeonato, y sus cruciales derechos de autosuficiencia, debían decidirse en el Gran Premio de Australia en las calles de Adelaida. Mansell tomó una ventaja, y cuando todo parecía inexpugnable un pinchazo lo sacó de la carrera, sirviendo el título a Piquet en bandeja.
Mark Webber vs. Sebastian Vettel en el Circuito Internacional de Sepang, Malasia, 2013
Webber y Vettel estaba claro que formaban parte del mismo equipo solo en términos contractuales. Los dos pilotos "disfrutaron" de una rivalidad increíblemente tempestuosa desde el principio, y se despreciaron el uno al otro tras un accidente que protagonizaron en el Gran Premio de Turquía de 2010.
Webber creía que el equipo favorecía al alemán que no había sido probado anteriormente. En distintas entrevistas, Webber hizo ataques verbales sarcásticos en este sentido, a lo que Vettel respondió ganando cuatro campeonatos mundiales consecutivos.
Sebastian Vettel por delante de Mark Webber en el GP de Malasia 2013
© Getty Images / Red Bull Content Pool
Cinco años de resentimiento hirviendo a fuego lento, y ocasionalmente sobrecargado, llegaron a su fin en el Gran Premio de Malasia. En las últimas paradas a boxes, Vettel rompió un acuerdo previo con el equipo antes de la carrera para superar a Webber en la última vuelta y conseguir la victoria.
En un amargo comentario tras la carrera, Webber declaró que no esperaba que Vettel se enfrentara a la sanción del equipo, diciendo: "Seb tendrá protección como de costumbre, y así es como funciona". Webber se retiró de la F1 unas semanas después.
Lewis Hamilton vs. Felipe Massa, Autódromo José Carlos Pace, São Paulo, Brasil, 2008
En cuanto a rivalidades deportivas, esto fue lo más parecido a un acuerdo clásico de caballeros victorianos que encontrarás fuera de la era de las máquinas a vapor.
Dejando de lado la reputación de Hamilton, a veces temperamental, ambos pilotos participaron en una campaña de respeto mutuo, estimulándose mutuamente en algunas actuaciones legendarias. Hasta llegar a la última carrera de la temporada…
Aunque Hamilton lideraba la clasificación, Massa lideraba la carrera por un cómodo margen, con Hamilton en cuarto lugar. Cuando Massa cruzó la línea de meta, el box de Ferrari, con los mecánicos y la familia, estallaba de júbilo hasta que uno de los ingenieros aguó la fiesta.
Hamilton había adelantado a Timo Glock en la última zona del circuito, terminaba quinto y lograba su primer título de Fórmula 1. En la última carrera, en la última vuelta y en los últimos metros se decidió un campeonato: un guión de película. Massa supo perder y fue todo un ejemplo.
Michael Schumacher vs. Jacques Villeneuve, Circuito de Jerez, España, 1997
Aunque Michael Schumacher fue sin duda uno de los grandes pilotos de todos los tiempos, su talento innato para conducir rápido fue igualado por una perversa habilidad para competir llevando las reglas al límite.
En 1994, Schumacher aparentemente realizó una maniobra kamikaze para golpear a Damon Hill en el Gran Premio de Australia impidiéndole ganar el campeonato. Pero esta no fue ni mucho menos la única vez que Schumacher tuvo un "accidente" convenientemente ventajoso.
Tres años más tarde, Schumacher se vio envuelto en una dura rivalidad con Jacques Villeneuve, que ocupaba el segundo puesto de la provisional de campeonato. Los dos llegaron a la última carrera de la temporada con todo por lo que jugar.
Schumacher mantuvo el primer lugar hasta que, en la vuelta 48, Villeneuve intentó pasar el Ferrari del alemán por dentro. Schumacher respondió desviándose bruscamente hacia el coche de Villeneuve. La colisión sacó a Schumacher de la carrera, aunque irónicamente Villeneuve fue capaz de seguir y finalizar en la tercera posición logrando el título.
Tras comprobarse la actuación -y teniendo en cuenta sus antecedentes-, Schumacher fue juzgado por haber causado el accidente de forma deliberada y fue descalificado del campeonato.
Michael Schumacher vs. Mika Häkkinen, Autodromo Nazionale Monza, Italia, 2000
Una rivalidad mucho más sana con Häkkinen. A pesar de que ambos pilotos se tenían en alta estima, el conflicto estuvo latente a lo largo de los años.
En el Gran Premio de Italia de 1998, el hombre de hielo, Häkkinen, fue filmado sollozando de rodillas después de irse a la grava, aunque más tarde pudo consolarse al ganar el campeonato del mundo de pilotos de ese mismo año.
Dos años más tarde, Italia también fue sede de una de las victorias más famosas de Schumacher. A pesar del gran desafío de Häkkinen, Schumacher consiguió superar a su rival, no solo rompiendo una racha de seis carreras sin ganar, sino también igualando el récord de Senna de 41 triunfos en GP.
Inusualmente, el estoico alemán se echó a llorar describiendo la experiencia a los medios. En un gesto elegante, Häkkinen puso su brazo alrededor de Schumacher, preguntando a los periodistas si podían "tomarse un descanso". Schumacher ganó el campeonato de pilotos ese año, sugiriendo que el llanto público es el secreto del éxito en la F1.
Alain Prost vs. Ayrton Senna, Circuito Internacional de Suzuka, Japón, 1990
Tal vez la mayor rivalidad de la historia de la F1, con una historia que parece sacada directamente de un éxito de taquilla de Hollywood. Dos de los grandes de la competición, en la cúspide de sus respectivos poderes. Prost, el profesional calculador y eficiente; Senna, el inconformista audaz, conocido por sus riesgos y su estilo.
Los dos titanes eran antiguos compañeros de equipo cuya relación se agrió. Después de vencer a Senna en el título en el'89, Prost se mudó a Ferrari, insistiendo en una cláusula en su contrato que establecía que Senna no podía ser contratado bajo ninguna circunstancia.
Al año siguiente, en la penúltima carrera de la temporada en Japón, Senna llevaba ventaja, ganando por puntos y ocupando la pole, con Prost en segundo lugar.
Antes de la carrera, Senna se comprometió a que, en caso de que Prost consiguiera una mejor salida, utilizaría todos los medios necesarios para adelantarle en la primera curva. Lo que es más o menos lo que pasó. Lo que Senna no reveló es que su plan también incluía chocar contra el Ferrari de Prost, empujándolo contra la barrera y saliendo a ambos pilotos de la pista.
Senna todavía tenía suficiente ventaja de puntos para ganar el campeonato, y el truco le robó a Prost una oportunidad esencial de adelantarle.