La superstición es algo gracioso. Cuando haces, escribes o dices algo y luego te ocurre algo bueno, enseguida se convierte en un ritual.
¡Vale! Puede que lo único que consigas sea que tus amigos se rían de ti, pero cuando estás a punto de jugártela, un poco de superstición puede ayudarte a conseguir ese plus de seguridad y motivación que necesitas. Y si eres como Aimee Fuller, la primera chica en planchar un cab doble… la superstición te puede llevar muy lejos.
Así que, háblanos de tus manías…
Bueno, pues tengo unas cuantas… ¡¡¡es horrible!!!
Todo empieza con una nota escrita.
Todo empieza con una nota escrita. En casi todos los viajes que hago, mi madre me escribe una nota y me la esconde en algún sitio. Ya sabes, algo como “¡buena suerte!” o “¡ten cuidado!” y siempre me la esconde en algún sitio de mi maleta; en mi neceser, en un bolsillo… Una vez la encuentro, la guardo en mi bolsillo izquierdo; esa es la primera.
La segunda: tengo un patito de la suerte que me regaló el team manager de Red Bull. Es un patito amarillo que llevo en mi bolsillo también.
Pero lo más divertido es que siempre duermo con mi peto de competición.
Pero lo más divertido es que siempre duermo con mi peto de competición. Antes de un campeonato duermo con el peto de competición puesto encima de mi pijama; es como un ritual para mí. Y es una mierda porque en muchos campeonatos no te dan el peto hasta el día del campeonato, así que tengo que autoconvencerme de que todo va a ir bien, diciéndome cosas como “está bien, lo tendré mañana, está bien…”
Y otra manía más son mis calcetines de la suerte. Scene me dio un par de calcetines hace cinco años, fueron el primer par que hicieron y desde entonces siempre me los he puesto… así que ¡debería hacerme con otros! Y eso es todo.
Y estos son mis calcetines de la suerte
¿Estás segura de que eso es todo? No hay nada que hagas justo antes de comenzar tu ronda?
Bueno… ¡sí! Tengo en mi cabeza un par de canciones que siempre canto y solo me vienen cuando estoy muy concentrada. Así que si no me vienen me empiezo a preocupar pero la mayoría de las veces me vienen; puede ser ‘Gold Digger’ o ‘I Need a Dollar’, suelen alternarse. Entonces empiezo a cantarla (en mi cabeza), me lanzo a la ronda y después de eso ya no oigo nada.
¿Y luego es cuando te pagan, no?
Exacto. ¡Mucha pasta!
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