En un garaje de F1 los técnicos están en contacto permanente con los bólidos cuando los pilotos están en la pista. En MotoGP es diferente porque el intercambio de información por radio está prohibido. Ni hay comunicación hablada con el piloto, ni a los boxes llega la información que recogen los sensores de la moto. Solo cuando los pilotos regresan a su garaje pueden hablar con sus técnicos, quienes descargan la información registrada durante los entrenamientos o la carrera gracias al sistema de adquisición de datos.
“En MotoGP no hay acceso a la información en tiempo real", explica Alexandre Merhand, ingeniero del equipo KTM Red Bull Tech 3. "La recogemos cuando el piloto se detiene, descargando el disco duro de la moto a través de un cable físico que conectamos a un ordenador". Esta información se pone a disposición de todos los técnicos de KTM por medio de un servidor gestionado por la fábrica. Aunque no pueden cambiar los ajustes de la moto mientras está en marcha, los técnicos pueden ayudar a los pilotos con la puesta a punto para sacarle el mayor rendimiento.
Los sensores lo miden casi todo…
La presencia de la electrónica en el paddock de los Grandes Premios de motociclismo no es nueva. Ya a finales de los años 80, algunos pioneros empezaron a pensar en cómo registrar y cuantificar el funcionamiento mecánico de las motos. “En la época en que utilizábamos motores de dos tiempos", recuerda Bernard Martignac, uno de los creadores del equipo Tech 3, "empezamos a instalar sensores para optimizar la carburación de los propulsores. Luego se instalaron otros para medir el movimiento de las suspensiones, la presión ejercida sobre los frenos...".
La adquisición de datos es esencial en MotoGP. Se han instalado decenas de sensores en la moto para medir el más mínimo movimiento. Por supuesto, el motor se observa con lupa: temperatura del líquido refrigerante, temperatura y presión del aceite, inyectores... Al igual que el chasis y todos sus componentes: velocidad de giro de las ruedas, movimientos de la suspensión delantera y trasera, inclinación de la moto, posición en el circuito, ángulo del manillar y de las manetas de freno y embrague...”Puedes saber exactamente lo que el piloto está haciendo en la moto", dice Alex Merhand. “Gracias a los sensores dinámicos, puedes medir cuánto acelera, si derrapa...".
El cerebro de la moto
Para explotar toda esta información, los equipos disponen de la misma centralita electrónica suministrada por la marca italiana Magneti Marelli. “Esta centralita es el cerebro de la moto", continúa el ingeniero de estrategia de Miguel Oliveira. Es donde se registran todos los datos. "Y de ahí sale la información para los diferentes sistemas de asistencia electrónica que hay hoy en día en MotoGP. Podemos clasificarlos en cuatro grandes ejes", explica Nivolas Goyon, jefe de mecánicos de Iker Lecunoa: “control de tracción, control de lanzamiento, control de freno motor y control de caballito".
Control de lanzamiento
Como los adelantamientos son cada vez más complicados en MotoGP, la salida se ha convertido en una fase crucial de la carrera. Por ello, los ingenieros han desarrollado sistemas específicos que se conectan en la parrilla de salida y permiten a los pilotos no preocuparse demasiado al abrir el acelerador y soltar la maneta del embrague. Se acabó el derrape, se acabó el que la rueda delantera se levante medio metro del suelo.
Control de freno motor
Con el cambio a los motores de 4 tiempos, los pilotos de Gran Premio tuvieron que acostumbrarse a las especificidades del freno motor. Para ayudarles en la entrada de las curvas, los ingenieros volvieron a trabajar en la electrónica. Se acabó el bloqueo de la rueda trasera al reducir de marcha. El sistema ayuda a los embragues a gestionar el enorme par. El resultado es que la asistencia electrónica permite al piloto entrar en la curva con la mejor trayectoria posible.
Control de caballito
Tener que dejar de acelerar para volver a poner la rueda delantera en el suelo cuando el morro de la moto decide apuntar al cielo no es la mejor manera de mejorar tu tiempo por vuelta. Al igual que con el control de tracción, varios sensores miden los movimientos de la moto para evitar los “wheelies”, jugando con el encendido y/o los inyectores. El piloto ya no tiene que preocuparse por la posición del acelerador a la salida de las curvas. El ordenador lo gestiona por él.