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Rocket League en la vida real, ¿es posible?

Sin saltos, sin turbo y sin explosiones, solo coches con un único objetivo: marcar gol.
Por Carlos Aguado
4 minutos de lecturaPublished on
Aquí no hay respawn cuando destruyes el coche

Aquí no hay respawn cuando destruyes el coche

© Psyonix

El mundo del videojuego se ha nutrido de la realidad para crear franquicias de éxito que, aún con más de 20 años, no faltan a su cita anual. Es el caso de los deportes, que han visto como el fútbol, el baloncesto, las carreras de coches o incluso los torneos de golf se han puesto al servicio de un mando para ofrecer al jugador toda la emoción que se vive en un estadio o una cancha. Pero el videojuego ha evolucionado, y ha sido capaz de crear sus propios deportes.
Rocket League es el ejemplo más significativo de cómo el mundo de los píxeles es capaz de ofrecernos un espectáculo difícil de imaginar en la vida real. Pero la afición por el título de Psyonix ha querido llevar el frenetismo de sus partidos a la vida real. ¿Genialidad o locura? Hemos querido echar un vistazo a los distintos y variados experimentos que los jugadores han realizado en su búsqueda por llevar el juego que tanto aman al plano terrenal, Rocket League en la vida real.
El campo de hockey parece el escenario más indicado para llevar los coches RC a un nuevo nivel. La idea se mantiene: dos equipos, una pelota y un único ganador. Desde luego, es la versión más cercana y la que todos nos imaginaríamos en un primer momento, pero faltan la emoción, la explosión y los saltos de Rocket League.
La física juega en contra de ChannelSuperFun a la hora de llevar el estadio donde rugen los motores a la realidad. El control de la pelota es casi imposible, por no hablar del escaso juego aéreo más allá de unos toques de balón con el capó. Y no olvidemos las colisiones. Cuando un coche vuelca tenemos que parar el juego para colocarlo en su posición. A pesar de ello, más de uno querrá coger el control del mando para lanzarse a por la pelota y estrellarse contra el rival. Y no, aquí no hay explosiones, aunque saltan algunas chispas.
Llevando el juego a otro nivel, nos encontramos con los karts. Seguro que para muchos era la solución más sencilla, pero puede que también la más peligrosa. Aquí no hay duda de que el piloto tiene altas probabilidades de salir mal parado. Y suerte que no hay nitro para dar más velocidad o dar pequeños saltos.
Ahora bien, toca partir una lanza en favor de los karts, cambiando el juego área de la chapa del coche por el del casco de los pilotos. ¿Y si hubiese saques de esquina en Rocket League? Aunque los karts se pueden quedar pequeños, y toca saltar a los coches tradicionales, con excavadoras como porteros. Una buena forma de que los amantes del motor puedan pisar el acelerador. Ahora bien, no te atrevas a hacer una entrada al portero, porque puede que seas tú el que acabe con la carrocería dañada.
En definitiva, Rocket League ha marcado el rumbo de uno de los eSports que parece imposible de llevar a la vida real manteniendo su frenetismo. La variedad de vehículos, los saltos imposibles y el nitro son algunos de los elementos que han hecho de este juego uno de los mejores de los últimos años.
Si tú también eres un entusiasta de Rocket League, entonces no deberías faltar este jueves 23 de febrero al torneo presencial que se celebrará en Vigo. Red Bull Campus League lleva toda la emoción de Rocket League a las universidades españolas en una competición que tendrá su gran final en Madrid el 6 de abril.
Todavía estás a tiempo de apuntarte y ganar una plaza, demostrando que eres el mejor piloto cuando hay que marcar un gol.
Además, si no puedes acercarte, siempre puedes participar en el torneo online que se celebra a través de la Liga Oficial PlayStation. Aquí tienes las mismas opciones que en los torneos presenciales de ganarte una plaza. En total serán 15 equipos los que recibirán su billete a la gran final, más un equipo invitado.
Consulta toda la información sobre Red Bull Campus League en redbull.com/campusleague