Ante los nuevos propulsores V6 turboalimentados de 1.6 litros que entrarán en escena en la F1 en 2014, más eficientes, el Profesor echa la vista atrás, repasa la era del turbo y predice que presenciaremos cambios de estilo en este deporte.
RB: ¿Cómo fue la primera era del turbo para los pilotos?
Alain Prost: En los primeros años 80 todo consistía en reaccionar rápido, porque había un retraso de entre dos o tres segundos. Veíamos que los motores turbo mejoraban año a año, pero el estilo de pilotaje seguía siendo muy diferente. Había que elegir el momento correcto para acelerar y prever cuándo sería la entrega de potencia.
Acertar con los tiempos dependía de un montón de factores: el tipo de curva, la velocidad, el grip, el tipo de neumáticos, el grado de desgaste que tuviesen y cuánto habías usado ya el turbo.
Por eso podía haber distancias tan grandes entre los coches y también era normal que los pilotos acabásemos cansados al final de las carreras. Tenías que usar el cerebro para procesar las cosas de una manera distinta.
RB: ¿Tendrán que modificar y adaptar su estilo de conducción los pilotos?
AP: Probablemente, sí. Habrá un pequeñísimo retraso en el tiempo de reacción. Me imagino que seguramente sea muy reducido, pero aún así, se tendrán que acostumbrar a ello.
No bastará con ser rápido, hará falta algo más.
Pero no es solo cuestión del turbo: la interacción entre el motor de combustión y los motores eléctricos será muy compleja. El motor de combustión genera unos 600 caballos de potencia y los motores eléctricos, unos 160, de modo que la gestión de la potencia cobrará mucha más importancia.
Los ingenieros y pilotos usarán la potencia de distintas formas. Volvemos a una era donde el piloto tendrá que pensar en la estrategia y ser calculador a la hora de exigir al monoplaza. No bastará con ser rápido, hará falta algo más.
RB: ¿Los motores recobrarán más protagonismo en 2014?
AP: En cuanto se congela el desarrollo de los motores, ganan importancia los chasis y la aerodinámica. En 2014 la situación se volverá a equilibrar. Se abrirá una perspectiva técnica muy importante. Quien consiga combinar los distintos elementos de la manera más eficiente saldrá beneficiado y surgirán innovaciones si hay una buena colaboración entre los departamentos que trabajen en el chasis y en el motor.
RB: ¿Presenciaremos el inicio de una nueva era de la F1?
AP: Yo creo que sí. Muchos de los espectadores de la F1 están decepcionados con las carreras y por las restricciones de este año. En los años 80, los motores turbo generaron un gran interés en la Fórmula 1. A todo el mundo le interesaban las tecnologías nuevas. También había un cierto componente emocional, porque se esperaba ver un gran avance en cada gran premio.
RB: A mucha gente le preocupa el nivel de ruido de los nuevos motores turbo. ¿Y a ti?
AP: Hay quien lo considera un argumento en su contra, pero para mi no tiene mucho sentido. Es necesario que haya ruido, por supuesto, pero es que ruido habrá de sobra. Personalmente, a mí me gusta cómo suenan los motores turbo. ¡No son diésel, desde luego! Siempre habrá quien diga que antes las cosas eran mejor, pero los niveles de ruido deberían ser perfectamente aceptables.