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Al fin se estrenó Death Note en Netflix, largometraje estadounidense live-action inspirado en la historieta de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata, publicada entre el 1 de diciembre de 2003 y el 15 de mayo de 2006 en Japón. Death Note fue adaptada a anime con 37 episodios transmitidos originalmente entre octubre de 2006 y junio de 2007. Desde entonces, esta historia se volvió una obra de culto entre los fans de la cultura pop de Japón y ha tenido decenas de adaptaciones a otros medios de entretenimiento, como novelas, videojuegos, películas live-action japonesas, telenovelas y hasta obras de teatro musical. Ha generado controversias debido a su temática y en países como Rusia, China y Estados Unidos, se ha evaluado la regulación estricta de Death Note o incluso su censura, debido a su probable mala influencia entre personas que tienen dificultades de diferenciar la realidad de la ficción. En varias partes del mundo se han reportado casos de crímenes cometidos cuyos perpetradores han sido relacionados de una u otra manera con su afición por esta historieta.
¿Pues de qué se trata Death Note? En estos días, usted, amable lector, escuchará hablar mucho sobre esta película exclusiva de Netflix, Death Note, dirigida por Adam Wingard (el mismo de la fantástica You're Next y el horrible remake de The Blair Witch Project). Nosotros ya tuvimos la oportunidad de atestiguar este desastre de 1 hora 40 minutos, pero no podemos evitar que usted lo haga. Pero si no sabe nada de Death Note, lo invitamos a que siga leyendo esta breve columna (hasta donde dice SPOILERS... de ahí para abajo ya no lea nada) y que primero vea, al menos, la serie animada original, que también está disponible en Netflix.
¿DE QUÉ SE TRATA DEATH NOTE?
El corazón de Death Note es simplemente un dilema moral: ¿Qué pasaría si uno tuviera el poder de asesinar a los criminales sin consecuencias? Algunos opinarán que está mal, otros que está bien, pero la historieta no responde la pregunta. Simplemente pone la situación en personajes específicos, que poco a poco complicarán la trama con las decisiones tomadas.
La historia de Death Note comienza con dos personajes clave. El primero es Riku, un dios de la muerte (shinigami), que vive en una árida dimensión fuera de este mundo y es parte de un grupo de seres sobrenaturales que, dentro de la ficción de esta historia, se dedican a ponerle fin a la vida de los humanos con el uso de unas libretas llamadas 'death note'. Cada shinigami tiene su propia libreta, misma que tiene reglas a seguir y que están bajo su custodia. En un momento de soledad y reflexión, Riku descubre que está aburrido de su mundo y sus tareas. El otro personaje es Light, un chico preparatoriano de Tokio, que es uno de los estudiantes más inteligentes y aplicados de Japón, y es perfecto en todo lo que hace. Y también está muy aburrido de su vida y del mundo. Esta coincidencia provoca que Riku comience un juego para desaburrirse, y le regala su death note a Light, sólo para ver el mundo arder.
Por supuesto, Light comienza a darle uso a la libreta, cuya función primordial es sencilla: si el propietario de la libreta escribe el nombre de alguien en sus páginas, éste morirá. A lo largo de la historia se van explicando las múltiples otras reglas de la libreta, de alguna manera, para aclarar –con un poco de deus ex machina– las dudas que pueda tener el espectador. "¿Y qué pasa con los homónimos?" "¿Y si alguién más toma la libreta?" "¿Y si la libreta se moja?", etc. Light decide usar la libreta para liberar al mundo de la maldad, escribiendo los nombres de varios delincuentes. Y lo que para él es hacer justicia, para otros es un acto de terrorismo. Y de alguna manera, Light, con toda su inteligencia, sabe que lo que él hace puede ser malinterpretado, por lo que decide actuar entre las sombras y toma todas las precauciones posibles para nunca ser relacionado con los asesinatos. Crea una identidad para sí y se hace llamar 'Kira' (Killer, con pronunciación japonesa chafa). Una vez que queda claro públicamente de que la reducción del crimen a nivel mundial se debe a las acciones de Kira, el mundo se divide en dos facciones: los que creen que Kira es un dios redentor que ha venido a liberar al mundo de la maldad, y los que creen que Kira es un asesino en serie que debe ser detienido.
Aquí aparece el tercer personaje clave. Un investigador privado que sólo se hace llamar L (pronúnciese 'Ele' o 'El') y cuyo rostro nunca ha sido visto por nadie. Durante años, este investigador anónimo cuya nacionalidad se cree que es inglesa, ha ayudado a varias organizaciones en el mundo, como el FBI y la Interpol, a resolver los crímenes más intrínsecos y ha logrado atrapar a los malhechores más escurridizos del mundo, gracias a su gran inteligencia y astucia. Ante la oleada de crímenes provocados por Kira, L toma la decisión de intervenir, descubrir su modus operandi y detenerlo a toda costa; tras una breve investigación, deduce que Kira opera desde Tokio.
De aquí en adelante, Death Note se convierte en un juego de el gato y el ratón, con estos dos personajes inteligentísimos involucrados en una cadena de intrigas y mentiras que se complica más y más tras cada episodio, y dejando al espectador con la tensión de saber quién atrapará a quién primero.
¿DEATH NOTE ES LO MEJOR QUE LE PUDO HABER PASADO AL SER HUMANO?
No hay que exagerar. Tanto el manga como la adaptación a anime tienen muy buenos momentos y episodios que dejan al espectador al borde del asiento. Sin embargo, el origen mismo de la creación de la historieta explica sus imperfecciones. Cuando Ohba (autor del manga que usa un pseudónimo y cuya identidad es desconocida hasta la fecha para los fans) presentó la idea a la editorial Shueisha, mediante una historia corta, nunca pensó que llegara a interesarle publicarla. Ni siquiera él sabía de qué manera podría ampliar su propia historia para convertirla en una serie episódica. Durante la publicación y los meses de mayor fama del manga, Ohba no tenía idea de cómo prolongarla, y llegó a pensar, incluso, en introducir un nuevo objeto sobrenatural a la trama, llamado 'Death Eraser', a fin de volver a la vida a ciertos personajes. Sin embargo, la idea se deshechó. Cuando se dio cuenta de que estaba un poco en un callejón sin salida con los personajes y los acontecimientos, junto con su editor decidieron ponerle fin, pues ya no había nada más que contar. Ohba ha dicho en algunas entrevistas que él en realidad no piensa que Death Note sea particularmente especial o que tenga un discurso tácito sobre ética. Él ha mencionado que su intención primordial fue explorar el mundo de la mitología japonesa y los dioses de la muerte, y pensando en ello, el resto de la historia de Death Note fue apareciendo en su cabeza. Así que, aunque sea común que muchos fans cataloguen a Death Note como una obra de arte ejemplar de narrativa, tal vez se deba a su propia interpretación de ciertos conceptos presentados aquí, y no tanto porque en realidad lo sea. Vamos... hasta los fans de hueso colorado saben que después del episodio 23 ya no es necesario continuar viendo la serie con seriedad.
¿POR QUÉ HICIERON UNA ADAPTACIÓN LIVE ACTION EXCLUSIVA PARA NETFLIX?
Por qué, exactamente, no lo sabemos. Pero pue$... los planes de replantear el material original con una producción occidental se sembraron desde 2007, justo durante el boom de todo lo de Death Note y que atrajera a tantos fans fuera de Japón. Tras años de rumores sobre la producción, fue en 2015 cuando se hizo pública la intención sólida de producir un largometraje inspirado en los personajes creados por Tsugumi Ohba y, un año después, se hizo oficial que Netflix había comprado la película, a producirse por Warner Bros., con un presupuesto de casi 50 millones de dólares. Entre los nombres que saltaron fueron los de Adam Wingard como director, y como guionista, Jeremy Slater, escritor del odiado reboot de Fantastic Four, de 2015. Entre los protagistas estaban Nat Wolff como Light Turner, Margaret Qualley como Mia Sutton (el equivalente a Misa Amane de la historia original), Keith Stanfield como L y al veterano William Dafoe dándole voz a Ryuk. Esto último fue un rayo de esperanza entre los fans.
¿LA PELÍCULA DE NETFLIX DE DEATH NOTE ES UNA ADAPTACIÓN FIEL AL MATERIAL ORIGINAL?
Esto es una recomendación para los fans. Si quieren aventarse a ver la película de Netflix de Death Note, les sugerimos que olviden que la serie original existió. No piensen en eso, porque si no, se la van a pasar muy mal. En términos otakus, este largometraje podría ser considerado, casi, casi, como un fanfic (es decir, una historia escrita por un fan, a su manera, con sus reglas, pero con los personajes o mitología de otro autor). Dicho esto, y respondiendo la pregunta, definitivamente esta adaptación se aleja muchísimo del material original. Y no nos referimos a la nacionalidad de los personajes, el escenario (aquí las cosas ocurren en Seattle, Estados Unidos, y no en Tokio), o el cambio de nombre y de rol de los personajes principales. En realidad la esencia de la historia es otra. Se cuenta una historia diferente y, aunque tiene elementos comunes, como que el padre de Light es policía, que L trata de detener a Kira y de que Light tiene una cómplice, en realidad no tiene caso relacionar esta película con el material original. Simplemente es otra cosa que, incluso, puede llegar a disfrutarse. (Nosotros no la disfrutamos, pero tal vez alguien sí lo hará.)
¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS ENTRE LA VERSIÓN ORIGINAL Y LA PELÍCULA DE NETFLIX DE DEATH NOTE? [SPOILERS]
Esta respuesta incluye un poco de nuestra opinión y un poco de spoilers, así que tengan cuidado. Para no repasar los eventos a detalle, sólo mencionaremos las diferencias que, a nuestro parecer, alejan mucho la versión original de la original, y que se enfocan simplemente en la naturaleza de los personajes y sus intenciones.
Light: Light Yagami, en la versión original, es sólo un estudiante aburrido y muy inteligente. No tiene motivos para vengarse ni nada parecido. De hecho, se insinúa un poco su educación religiosa, pero no se menciona como algo importante. Yagami no comete su primer homicidio en nombre de la justicia, sino que lo hace sólo porque quería probar si la death note funcionaba y, en caso de que sí, quería evitar lastimar a alguien inocente, así que eligió como conejillo de indias a un criminal. Posteriormente, Yagami, con complejo de superioridad moral, decide que debido a que él es uno de los humanos más inteligentes y rectos sobre la Tierra, pues es su deber darle buen uso al libro y escabecharse a todos los criminales del mundo. Así porque sí, porque puede. Su verdadero conflicto nunca es el remordimiento ni la venganza ni nada de eso; su problema es que comenzó una serie de mentiras para ocultar su identidad y sus acciones, por lo tanto, su situación lo orilla a alejarse del plan principal y empezar a echarse a otras personas a fin de salvar su propio pellejo. Por otro lado, en Netflix, tenemos a Light Turner, un estudiante al que muestran inteligente, sí, pero con rencor tras el asesinato de su madre. Pero también quiere como que defender a los que bullean en su escuela. Pero no a todos, tampoco. Y todo el tiempo tiene dudas sobre si lo que hace está bien o mal. Aunque piensa que eliminar a los criminales del mundo es lo mejor, le tiembla la mano en los momentos cruciales. El móvil del Kira japonés es el complejo de superioridad (a él no le tiembla la mano con nada ni nadie); el móvil del Kira occidental es la venganza.
L: L es un detective que se mueve entre las sombras, en la versión original. Es tan brillante y precavido que se las ha arreglado para ayudar a los organismos internacionales de justicia a atrapar maleantes y nadie sabe quién es, ni como se llama ni qué apariencia tiene. Incluso toma la decisión de revelar su rostro porque era necesario para que su investigación fluyera. L descubre la identidad de Kira desde el principio, pero trata de reunir todas las pruebas posibles (incluso algunas de ellas lo llegaron a confundir) para acorralarlo y hacerlo pagar por la vía legal. Por otro lado, el L de Netflix es, también inteligente, también investigador, también se sienta raro y habla raro y come dulces, pero, pues, es un poco descuidado. Este L es capaz de presentarse en público y dar una conferencia de prensa tapándose parte del rostro como porro de la UNAM, pensando que así nadie sabrá quién es. La participación de L en esta versión de Death Note es como si apareciera Darth Vader en un episodio de La Rosa de Guadalupe: mismas características, pero fuera de contexto.
Ryuk: El shinigami consentido de chicos y grandes es como el narrador de la historia en tercera persona, en la versión original. Un observador que sabe cómo va a terminar la historia –porque realmente lo sabe y lo dice desde el primer episodio–. Debido a este poder de dios, pues lo único que le queda es sentarse a ver la acción y pasársela bomba (michaeljackson_palomitas.gif). Le da el libro a Light porque sabe que él le va a dar un uso interesante, aunque impredecible incluso para él. Los resultados le son satisfactorios y le entretienen, revitalizando, al final, su entusiasmo por su propia existencia. La versión de Ryuk de Netflix es... bueno... Ryuk es quien incita a Light a cometer su primer asesinato. Poco se habla del aburrimiento de Ryuk su participación en esta historia es más como de homenaje a la versión original, ya que no tiene peso en la historia.
Entonces, en la película de Netflix, la función del libro y los roles de los personajes van sentando la acción, acompañada de un nivel de gore explícito y tal vez un poco injustificado (en la versión original casi todo se resuelve con ataques cardiacos y en esta película casi todo se resuelve con escenas de Final Destination mezcladas con El Coyote y el Correcaminos). A nuestro parecer, este largometraje careció de los momentos de tensión de la persecución entre L y Kira, y carece mucho del suspenso que hizo encantadora la versión original (sí, sí, hasta la mitad, ya sabemos). Y en un plan más despiadado, podemos decir que el guión nunca encontró un balance entre usar elementos de la versión original y crear su propia historia, ofreciéndonos 1 hora 40 minutos de sucesos inconexos y frustrantes que hicieron que a la mitad de la cinta nos dieran ganas de que alguien escribiera nuestros nombres en la libreta para librarnos del sufrimiento de continuar viendo este collage de drama adolescente, gore y comedia involuntaria. Eso sí, aunque no nos pareció la actuación de Nat Wolff, la interpretación de L, por parte del actor Keith Stanfield nos pareció muy buena, adoptando las características caricaturescas del personaje animado sin cruzar la frontera de lo ridículo. Y el personaje de Mia nos pareció un poco innecesario y, lo peor, es que es en ella en quien recae gran parte de la trama.
¿Death Note es buena película? No nos lo parece, pero para gustos, colores. Ya está disponible en Netflix y, si le va bien entre la audiencia, es probable que haya una segunda parte, pues el final quedó un poco abierto.










